De ida...

Un largo camino, distintas paradas, los 12 jóvenes nos dirijimos juntos en un solo autobus, una misma ruta por meses hasta llegar a nuestro destino, la preparatoria.
Una hora de camino, es el tiempo que pasa dentro del autobus el primer chico que lo aborda, 40 minutos desde mi estacion y 30 desde la última chica que lo aborda, el ambiente.
El ambiente es relajado la mayoria de las veces, solo en ocaciones charlamos, el chofer es de carácter animado, aunque estos últimos días parece estar centrado en sus pensamientos, las pequeñas risitas se escabullen desde la parte trasera del autobus, aun nos queda mucho recorrido y nosotros los jóvenes pasajeros aprovechamos para estudiar, dormir un poco, escuchar música, terminar algún trabajo pendiente o solo observar por las ventanillas.
Un chico se esfuerza por componer mas canciones, una chica arregla su imagen, otra más tiene la mirada perdida en la pantalla de su celular.
Observo hacia afuera, mirando las calles sin prestar mucha atencion a los detalles, escuchando la música que me acompaña, buscandole un nuevo significado, una nueva inerpretacion, el autobus esta en silencio, escucho el murmuro de mi compañero hubicado detras de mi que canta lo mas bajo que puede sus canciones compuestas, un ritmo de rap ligero, vuelvo a mi musica y trato de recordar lo que tenia que entregar para hoy en la escuela.
Ya estamos a 15 minutos del viaje, veo como los autos pasan mientras la luz sigue en rojo y el autobus esta inmóvil ante aquella señal, la luz cambia y nosotros avanzamos, las vibraciones me impiden escribir, pasamos por la pequeña fabrica de café y un delicioso aroma se filtra dentro del autobus, ya casi llegamos, y tengo que dar final, he aqui transcrito el viaje de ida, de lunes a viernes, donde el tiempo pasa sin afectarnos.